jueves, 31 de diciembre de 2009

Clarisa declara su amor.


Tras varias reflexiones mientras dejaba reposar sus cansados pies sobre la mesilla, Dan se decidió por abrir el enigmático correo que su vieja amiga Clarisa le mandaba.
El sobre tenía un aspecto nuevo, sin embargo estaba muy estropeado, y en varias zonas, presentaba algunas manchitas con una textura diferente a la del papel, daba la sensación que mil pequeñas y débiles lagrimillas se hubieran posado sobre él.
Y frente a la chimenea, comenzó a desgarrar el papel impaciente por descubrir qué encontraría en su interior, comenzaría entonces a leer.
''Querido Dan, mi Dan, mi viejo amigo. Te preguntarás a qué se debe que tras más de 6 meses sin saber de mi, de repente, te escriba en este desgastado sobre. Puedes pensar a simple vista que tan sólo es un sobre, pero no es así. Aquí, entre estas líneas, entre lo que parecen insignificantes papeles, se encuentra toda mi alma, que hoy te la entrego, sólo a tí, para descubrirte todo lo que soy, todo lo que me has hecho ser. Y te odio por ello, te odio por haberme hecho sufrir en silencio durante un año, te odio por soltar sin rumbo esas mariposas en mi estómago cada vez que tu figura empezaba a vislumbrarse a lo lejos del horizonte, te odio por cada mirada, por cada palabra, te odio por amarte con toda mi alma. No te extrañes, puede parecerte sorprendente, puede parecerte ilógico, pero es tan extraño como cierto, mi viejo amigo.
Desde el primer día que nuestras miradas se cruzaron supe que esa maravillosa sensación de irremediable felicidad cada vez que tu pupila se clavaba sin compasión en mí como una luz ultravioleta, tarde o temprano se convertiría en un mar de interminables lágrimas, y así ha sido mi vida durante este tiempo, un mar de lágrimas en tempestad, gritando e implorando salir.

Es irónico. Yo, la misma que te repetía sin cesar que el amor no es más que una ilusión, un holograma de nuestras mentes, un mito. Mírame ahora, la idiota más enamorada del univeso, enamorada del amor más imposible, qué dolorosa satisfacción esta que siento...
Por eso volé tan lejos de ti, por eso muchas personas me dieron por muerta, sólo intenté comenzar otra vez. Nuevo lugar, nueva gente...viejos sentimientos, permanecen a mi lado de la manera más cruel, ya que ahora, no sólo me falta tu amor, ahora me faltas tú, todo tú, y es terrible.
Te quiero más de lo que estoy dispuesta a reconocer, y por supuesto mucho más de lo que estoy dispuesta a ver. Te quiero mucho más de lo que jamás pensé que podría querer a nadie.
Tu vieja amiga.

Clarisa.''
Dan, paralizado por la situación, y completamente exhausto por esa lluvia de sentimientos sobre su tejado, arrojó la carta al fuego. Descontento con los sentimientos de Clarisa, encendió una vela que lo alumbraría en esa noche de tormenta, y se dirigió a su habitación.
Mientras el alma al desnudo de Clarisa ardía en la otra punta de la casa, Dan fingía no haber leído nada por temor a dañar aún más sus sentimientos.
Cobarde chiquillo, ignorante del amor. Pensamiento equivocado, conducta equivocada y dañina.
Dan recibió la noticia de la muerte de Clarisa pocos meses después, un cáncer la consumía durante un año y medio. Exactamente el tiempo que su amor por Dan la consumía también.
Clarisa siempre fue una fuerte luchadora, pero no es fácil luchar con dos enfermedades letales al mismo tiempo.

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