miércoles, 3 de febrero de 2010

Niebla gris.



La
niebla gris, con olor a lluvia, me recordaba a ti, un soplo de aire fresco entre el desierto en penumbras.
Niebla, como tú, tan pura y nítida, tan blanca, como tu rostro...
Ando saboreando cada paso entre esa fría pero a la vez cálida niebla, disfrutando de su compañía y perdiéndome cada vez más entre sus grises paredes.
Niebla, clara y suave como tu pelo, me deslizo entre ella con la sensación de recorrer todo tu ser. Encuentro un charco de la fría lluvía recién caída, y veo reflejada la niebla en él, la niebla gría junto el reflejo azul del agua, tan azul, limpio y profundo como tu mirada. Y ando, y ando sin rumbo entre la niebla gris, y paso a paso, más me pierdo entre ella.
Niebla...como tú.

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